La arquitectura del sistema radical en las plantas es un aspecto adaptativo esencial que permite la captación de agua y nutrientes en distintos niveles del perfil edáfico. Este proceso es el encargado de que la planta pueda adaptarse a ambientes con distintas capacidades hídricas. Siendo la arquitectura de la raíz la que determina el volumen de suelo disponible para la extracción de agua y nutrientes.

Esto se hace posible con el correcto funcionamiento de los transportadores en las membranas de las células radicales, que representan un proceso fisiológico altamente regulado por la actividad de los genes e influenciado por múltiples factores ambientales. Las raíces gruesas intervienen en el bombeo de agua y nutrientes de las capas profundas a las capas superficiales del suelo, contrarrestan por lo tanto los efectos de la lixiviación de minerales, y mejoran la fertilidad de suelo y la eficiencia en el uso de los recursos.

Conocer la mitad oculta de las plantas, es decir, su sistema radical es fundamental porque es allí donde se satisfacen diferentes requerimientos, como su anclaje en el sustrato, la adquisición y el transporte de los recursos del suelo (agua y nutrientes esenciales), y el almacenamiento de los mismos.

La arquitectura radical, compuesta de distintos tipos de raíces, cantidad, densidad, ramificaciones, ángulos de inserción y grosor, definen las características físicas y químicas de las tierras en las cuales se desarrollan los cultivos y resulta en el mejor indicador para detectar impedimentos, limitaciones y deficiencias al crecimiento y productividad de los cultivos.

Es por eso que debemos conocer y estudiar la arquitectura radical de nuestros cultivos, es fundamental para implementar técnicas de uso y manejo de suelos y cultivos que posibiliten una alta productividad de los mismos. Estudio Agronómico asesora empresas agropecuarias desde hace más de 25 años, prestando servicios de asesoramiento y determinaciones analíticas para el aumento de la productividad.