El suelo es el sostén de la producción agropecuaria, actividad que en Argentina es la principal fuente de ingresos. Esta tradicional actividad fue la principal fuente de divisas para financiar el desarrollo del país y por muchos años permitió un desarrollo más que aceptable, sin embargo el sostén de la actividad, que es el suelo, no recibe suficientes cuidados.

La ocupación y el uso de la tierra por el hombre siempre originan cambios, generalmente negativos, para la cubierta vegetal y el suelo, al alterar las condiciones en que se desenvuelven los procesos naturales. Así, y de manera preocupante, sucede actualmente en las tierras de la región pampeana, el principal recurso natural de nuestro país.

Los datos más preocupantes que se han obtenido de diferentes estudios de la región, muestran que el reservorio de nutrientes de la tierra, un indicador clave de la salud del suelo, cayó entre 30 y 50 por ciento según los lugares en apenas siete años. Otros indicadores también empeoraron, como el nivel de acidez, entre otros. Esto genera problemas físicos como inestabilidad estructural, el cual es el proceso detonante para favorecer la compactación, limitaciones al desarrollo radical y bio disponibilidad de nutrientes, disminución importante de la capacidad de infiltración con mayor riesgo de erosión y/o encharcamiento.

Son varios los factores comprometedores, pero la principal causa de la degradación de las tierras en la Región Pampeana es la disminución de la materia orgánica principalmente por debajo de los 5 a 10 cm de profundidad, lo cual favorece los procesos anteriormente mencionados.

Para prevenir y controlar estos procesos de degradación se aplican diferentes prácticas alternativas de recuperación de la tierra y conservación. Un diagnóstico certero y preciso de la condición actual de las tierras de la mano de Estudio Agronómico, brinda a productores, asesores y/o empresas agropecuarias, la información necesaria para implementar las prácticas de manejo y recuperación adecuadas a cada situación, maximizar la producción y/o rentabilidad a través de un manejo eficiente de los cultivos e insumos. Su experiencia los avala desde 1994.