Cuando hablamos del suelo y sus componentes, no hacemos referencia a algo estático, la tierra va cambiando su forma y estructura con el transcurrir del tiempo. Ni siquiera cuando se usan fertilizantes o enmiendas, nos podemos asegurar de que el suelo seguirá en un constante orden inalterado.

Y es a partir de diferentes propiedades físicas y químicas del suelo, que se puede hacer una interpretación acertada de su estado real y de los cambios que va sufriendo en el tiempo. Es esencial manejar estas propiedades para entender los factores limitantes y las posibilidades de manejo.

Algunos de los limitantes de suelo más comunes que se pueden visualizar son la Compactación, que limita la penetración y retención de agua en el suelo y el desarrollo radical; la Baja estabilidad estructural, cuando el grado de agregación o formación de terrenos estables y duraderos es débil; el Drenaje, por la acumulación excesiva y prolongada de agua en el suelo y la Salinidad, acumulación excesiva de sales o iones.

Estas limitantes, pueden ser fácilmente corregidas con un manejo adecuado que permita ampliar la productividad del suelo. Sin embargo, el manejo adecuado debe ser revisado por un experto en el tema, ya que las diferentes prácticas pueden influir en los cultivos y otros factores elementales. Aunque, algunas estrategias de manejo son simples, como por ejemplo, la corrección de problemas generados por la alta salinidad, se pueden solucionar a partir de métodos de riego de alta frecuencia de humedecimiento del suelo, como el goteo, aspersión, etc.

Estudio Agronómico, brinda servicios de asesoramiento a campo y determinaciones analíticas desde hace más de 20 años. La oportunidad de tomar decisiones con criterio técnico y científico está a tu alcance.