La calidad de los fertilizantes se puede evaluar por las propiedades químicas y físicas que poseen, es decir, por el contenido de nutrientes, forma y disponibilidad para el cultivo, y por otro lado por su efectividad agronómica o respuesta a la fertilización. Estos aspectos son fundamentales de analizar para seleccionar el fertilizante adecuado.

Entre los distintos tipos de fertilizantes azufrados, tenemos el azufre elemental, conocido como “ventilado” y fertilizantes solubles como sulfato de magnesio, sulfato de potasio y sulfato de calcio o Yeso agrícola.

El azufre elemental es insoluble en el agua, lo que requiere que un grupo de bacterias lo oxiden para que quede disponible a largo plazo. La velocidad de este proceso depende del tamaño de partícula y de adecuadas condiciones de temperatura y humedad. Por ello, su aplicación al suelo no implica disponibilidad inmediata. Mientras que los sulfatos sí permiten una disponibilidad más rápida para las plantas.

Es importante saber que la absorción de azufre y fósforo por las plantas, se encuentra muy relacionada entre sí, de tal forma que la deficiencia de uno de estos, limita el suministro del suelo y la absorción por la planta del otro. Por ello, se recomienda la aplicación de fertilizantes azufrados para asegurar que la aplicación de demás fertilizantes no sea limitada por la deficiencia de azufre.

También es fundamental conocer la reacción de los distintos productos en el suelo, para evitar efectos negativos sobre las propiedades edáficas y la disponibilidad de otros nutrientes.

Para analizar de manera específica lo que el suelo y los cultivos están necesitando, es necesario un análisis adecuado de un especialista, Estudio Agronómico cuenta con un equipo de profesionales capacitados para asesorarte en lo que necesitas.